Historia General del Pueblo Dominicano Tomo II
768 Las reformas político-administrativas en la dinámica de Santo Domingo E STRUCTURA Y FUNCIONAMIENTO DEL CABILDO El sistema de gobierno de la ciudad de Santo Domingo en el siglo XVIII se apoyaba sobre la Corona y el poder de sus vecinos. En este último caso, hay que tener en cuenta que la representatividad de toda su población fue muy restringida, pues quedó en manos de su élite, los miembros más elevados social y económicamente. No obstante ambas instancias se canalizaron a tra- vés de una institución aglutinadora del poder en esta localidad: el Cabildo, ayuntamiento o concejo, dentro del cual podemos distinguir un primer nivel en el que se sitúan los cargos de justicia y el regimiento (los alcaldes y los UHJLGRUHV XQ VHJXQGR HVFDOyQ DJOXWLQDED ORV RÀFLRV PHQRUHV HQFDUJDGRV GH llevar la administración-burocracia de la ciudad (los escribanos, el procura- GRU JHQHUDO \ HO PD\RUGRPR \ HO WHUFHUR HVWDED LQWHJUDGR SRU ORV RÀFLRV subalternos cuyas tareas estaban relacionadas con la actividad diaria de la casa capitular (los porteros, alarifes y pregoneros). El ámbito de decisión política y gobierno de la vida diaria recaía en ese FRQMXQWR GH FDUJRV UHFRJLGRV HQ ©HO &RQFHMR -XVWLFLD \ 5HJLPLHQWRª GH 6DQWR Domingo, compuesto por dos alcaldes ordinarios (de primero y segundo voto), dos alcaldes de la Santa Hermandad o Visita, dos alcaldes de visita o de negros, un alcalde provincial de la Santa Hermandad, los regidores (cuyo número osci- ló entre seis y doce), un procurador general, cuatro escribanos y un mayordo- mo. Sin embargo, no todos participaban con los mismos derechos y privilegios. Sobre los alcaldes ordinarios y regidores (justicia y regimiento) recaía el peso de la gestión de la política y el gobierno de la vida urbana, encargándose de dictar órdenes que abarcaban desde el régimen de precios hasta el abastecimiento de alimentos y servicios como el agua, limpieza e iluminación; también el control GH SHVDV \ PHGLGDV HQ ORV H[SHQGLRV S~EOLFRV FRPR SXOSHUtDV \ WLHQGDV \ OD REVHUYDQFLD GHO FXPSOLPLHQWR GH ORV DUDQFHOHV ÀMDGRV SRU OD $XGLHQFLD \ HO propio Cabildo. 47 Corresponde agregar las judiciales, ejercidas de manera espe- FtÀFD SRU WRGRV ORV DOFDOGHV DXQTXH FRQ OD SDUWLFXODULGDG GH TXH ORV RUGLQDULRV lo hicieron en la propia ciudad de Santo Domingo, y los de la Santa Hermandad en el ámbito rural, recayendo el mando de estos en el alcalde provincial que fue creado en 1758. 48 Los alcaldes de visita o de negros se ocupaban de vigilar si los HVFODYRV GH ODV KDFLHQGDV SUy[LPDV D OD MXULVGLFFLyQ GH OD FLXGDG UHFLEtDQ SRU parte de sus dueños un buen trato y adoctrinamiento religioso. 'HQWUR GHO UHJLPLHQWR H[LVWtDQ XQD VHULH GH RÀFLRV FRQ IXQFLRQHV HVSH - FtÀFDV \ SUHHPLQHQFLDV TXH ORV HOHYDEDQ HQ FXDQWR D FDWHJRUtD VRFLDO VREUH los demás. Esta distinción se puede observar claramente en el alférez real
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