Historia General del Pueblo Dominicano Tomo II
758 Las reformas político-administrativas en la dinámica de Santo Domingo se observa especialmente en la banda norte, para la que eligió al aragonés Francisco Velilla y Torres, quien había llegado con él a la isla como paje. Al morir, en 1781, el cargo fue ocupado por su yerno Francisco Espaillat y Virol hasta que el 1 de agosto de 1786 le sustituye el teniente de infantería Miguel Negrete, estableciéndose que a partir de esa fecha tendría una paga anual de 600 pesos. 17 El área de la banda norte comprendía desde el río Haina hasta el poblado de Dajabón –cabecera de esta división– en la que su responsable re- cibía la designación de juez subdelegado de comisos; además, la compañía de caballería con la que contaba tuvo un carácter volante al emplearse en rondar continuamente la frontera y costa norte. Por su parte, en 1767, el capitán Fernando Manuel de Espinosa y Miranda sirvió el área de la banda sur con el título de teniente de justicia mayor. Esta comprendía, para ese año, las villas de Bánica, Hincha y San Rafael, am- pliándose posteriormente a Neiba, Azua, Baní, Las Caobas, San Miguel de la Atalaya y San Juan de la Maguana, población, esta última, que se convirtió en cabecera de este distrito. El capitán Felipe Guridi y Concha reemplazó a Espinosa y Miranda alrededor de 1771, desempeñando el cargo hasta 1783, año en el que fallece. Posteriormente, el 1.º de marzo de 1784 el gobernador Isidro Peralta y Rojas nombra a José Esteban Arredondo y Castro, asignándo- le el sueldo anual de 1,000 pesos. 18 Si hasta 1786 se habíanmantenido la estructura administrativa y el resguar- do implantado por Manuel Azlor y Urríes, a partir de ese año el gobernador 0DQXHO *RQ]iOH] PRGLÀFy DOJXQRV SXQWRV DQWH HO FRQWLQXR WUiÀFR LOHJDO HQ OD frontera. Así, mantuvo las dos compañías, una en el norte y la otra en el sur, con la novedad de que la del sur también se convirtió en volante. Según el propio 0DQXHO *RQ]iOH] HO PRWLYR GH VX HVWDEOHFLPLHQWR IXH ©HYLWDU ODV FRQH[LRQHV TXH SURGXFH OD ODUJD UHVLGHQFLD GH ORV JXDUGDV HQ ODV SREODFLRQHV GH OD LVOD >«@ª SDUD OR TXH FDGD URQGD VH PDQWHQGUtD ©>«@ HUUDQWH VLQ GHWHQHUVH HQ ORV OXJDUHV poblados más tiempo que su preciso descanso y el de proveerse de víveres para VX PDUFKD TXH VH KDUi FRQ UHJXODFLyQ D OD GLVWDQFLD GH XQR D RWUR SXHEORª 19 Cada compañía estaría compuesta por un cabo y dieciséis guardas que debían ayudar a los dos subdelegados de las áreas norte y sur que desempeñaron el mando en cada resguardo. La del norte continuó estando bajo una persona en calidad de juez subdelegado de comiso y la del sur en manos del teniente de justicia mayor. Asimismo, el resguardo del puerto de Santo Domingo subsistió sufriendo, solo, una ligera variación en cuanto al número de plazas. Sin embargo, parece que estos cambios tampoco debieron tener buenos resultados a la hora de contrarrestar el contrabando que producía, según el VLJXLHQWH JREHUQDGRU -RDTXtQ *DUFtD 0RUHQR ©HO SHUMXLFLR \ OD UHEDMD GH ORV
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