Historia General del Pueblo Dominicano Tomo II

Historia general del pueblo dominicano 739 MHVXLWDV ,QYHVWLJDFLRQHV SRVWHULRUHV VLQ HPEDUJR KDQ GHÀQLGR PHMRU HO SDSHO que desempeñó, siendo hermanastro del jesuita navarro Gregorio Leandro Iriarte Estañán, y destacando por otro lado el papel de José Moniño, Conde de Floridablanca, y Pedro Rodríguez de Campomanes, gobernador del Consejo de Castilla. 89 /RV MHVXLWDV TXH UHVLGtDQ HQ HO ORFDO DQH[R D OD 8QLYHUVLGDG HUDQ ORV 33 Francisco Casanova (Barcelona), Antonio Colom (Mallorca), Pedro Millán (Ciudad Real), Pedro de Peraleda Llopis (Barcelona), José Suárez (Almería), *DEULHO GH 9LOODORQJD 0DOORUFD HO UHFWRU 3HGUR =DEDOD *XLS~]FRD \ HO + %ODV /ySH] /D &RUXxD $ OD KRUD GH OD H[SXOVLyQ VLQ HPEDUJR VROR HVWDEDQ HQ OD FDVD ORV 33 &RORP =DEDOD &DVDQRYD 0LOOiQ \ HO + /ySH] /RV RWURV dos estaban viajando por el interior en misiones, y el P. Peraleda Llopis acom- pañaba en su visita pastoral a Cumaná al obispo de Caracas. 90 Con el cierre de la universidad jesuítica, quedó la educación superior XQLYHUVLWDULD GRPLQLFDQD H[FOXVLYDPHQWH HQ PDQRV GH ORV GRPLQLFRV KDVWD su salida a principios del siglo XIX . Se cerraban también así sesenta y seis años de labor de aquel centro académico superior. Como ocurrió en otros muchos lugares, de la península y de este lado del mar, las autoridades coloniales WUDWDURQ GH ERUUDU WRGD KXHOOD GH OD SUHVHQFLD OD HQVHxDQ]D H LQFOXVR OD H[LV - tencia de los jesuitas. 91 Siguiendo instrucciones del Consejo de Castilla, el go- bernador Manuel Azlor organizó y supervisó, con asistencia del P. Antonio Colom, administrador o ecónomo de la comunidad jesuita, el inventario de ORV ELHQHV PXHEOHV H LQPXHEOHV GH ORV H[SXOVRV TXH DUURMy XQ VDOGR SDUFLDO de 78,515 reales y 17 maravedíes. 92 Posteriormente se someterían a subasta, incluyendo los esclavos domésticos y los de las haciendas, enriqueciendo las propiedades de tres hacendados. 93 (O ORFDO \ ODV GHSHQGHQFLDV GH OD 5HDO \ 3RQWLÀFLD 8QLYHUVLGDG 6DQWLDJR de la Paz se destinaron de inmediato a otros usos. Aunque el templo de San Ignacio jamás volvió a serlo, sino depósito de tabacos, y en el siglo XIX se con- vertiría en teatro, el local de la Universidad, en manos de la Iglesia, converti- do en simple colegio de primeras letras, siguió bajo la dirección del maestro Juan Ramón Franco (1786-1790), con escaso número de alumnos. 94 Y, a partir del 21 de septiembre de 1792 serviría de local al efímero Seminario de San Fernando (1792-1795) —a veces se denominaba San Fernando de Gorjón—, en honor de su fundador, Fr. Fernando Portillo Torres, O. P., arzobispo de Santo Domingo (1789-1798). 95 Como consta en una de las actas de la Junta de Temporalidades, Carlos III había determinado siete años antes que la biblio- WHFD GHO FROHJLR GH ORV H[SXOVRV VHUtD SXHVWD DO VHUYLFLR GHO FLWDGR VHPLQDULR y del público en general. 96

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