Historia General del Pueblo Dominicano Tomo II
730 La vida religiosa sede del colegio, que en 1740 los jesuitas residían ya en él, mientras el templo, que haría las veces de aula magna —actualmente aloja al Panteón Nacional—, estaba casi completo y abierto al culto, lo más tardar en 1745. 49 Ni qué decir tiene que los jesuitas aspiraban desde el inicio a abrir una XQLYHUVLGDG \ TXH D VX FROHJLR VH OH UHFRQRFLHVH OD H[FOXVLYD GH OD HQVHxDQ]D superior en Santo Domingo. Todo esto provocaría una prolongada tirantez entre dominicos y jesuitas, con el consiguiente gasto de energías en un litigio que empezó en 1716, a cargo de los abogados de ambas instituciones, y se prolongó casi medio siglo hasta 1747. Para conciliar los intereses encontrados, Fernando VI otorgó a ambas instituciones el título de Universidad Real (26 de mayo de 1747), y dieciocho meses después, mediante el breve ,Q 6XSHUHPLQHQWL (14 de septiembre de 1748), el papa Benedicto XIV le concedía también el ran- JR GH 3RQWLÀFLD D OD GH ORV MHVXLWDV 50 $SDUWH GH OD FDQWLGDG GH HVWXGLDQWHV TXH GHVÀODURQ SRU VXV DXODV GLItFLO GH FXDQWLÀFDU HQ XQ PRPHQWR GHWHUPLQDGR HO SURIHVRUDGR UHOLJLRVR QXQFD pasó de cinco o seis, aunque la comunidad se compuso entre 1668 y 1763 de doce o trece miembros (ocho sacerdotes y cinco hermanos coadjutores), dedicados en su mayoría a labores pastorales y domésticas o al cuidado de las haciendas de Haina y La Jagua. En cuanto a la procedencia de los jesuitas, veintiocho habían nacido en territorio de las colonias americanas, la mayor parte en la actual Colombia, treinta y uno eran españoles, tanto sureños como castellanos baleares y canarios, dos eran portugueses, cinco italianos, un húngaro, un belga, otro italiano, otro alemán y otro de la desaparecida Yugoslavia. Seis eran nativos de Santo Domingo, aunque solo uno perma- neció en su país, mientras los demás ingresaron en la Orden, aun antes de la llegada de la Compañía al país, y por eso ejercieron su ministerio en España, Nueva España o la actual Colombia. 51 A diferencia de los dominicos, el rector del Colegio o Universidad y el superior de la comunidad jesuítica eran nombrados por el superior gene- ral, y los demás cargos le correspondían al superior provincial del Nuevo Reino de Granada (Colombia), de donde dependían directamente. Por eso, el término del mandato del rector, normalmente seis años, estaba limitado solo por las fuerzas físicas o la muerte del designado y las necesidades de SHUVRQDO FXDOLÀFDGR HQ HVD GHPDUFDFLyQ WHUULWRULDO 'XUDQWH HO VLJOR XVIII des- ÀODURQ SRU OD UHFWRUtD GHO FROHJLR ORV 33 -XDQ $QGUpV GH 7HMDGD Nicolás de Aguilar (1703-1711), Francisco Méndez (vicerrector 1711-1713, rector 1713-1715), Francisco Andrés Sánchez (1715-1717), Nicolás de Aguilar (vicerrector 1717-1719), Juan Manuel Romero (1719-1723), Giuseppe María Monesiglio (1723-1725), Juan de Medina (1725-1730), Juan Jacobo Snellincq
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