Historia General del Pueblo Dominicano Tomo II

720 La vida religiosa de Galavís, O. Praem., a Santa Cruz del Seibo (12 de enero de 1738), Pantaleón Álvarez de Abreu a San Carlos (30 de noviembre de 1739), Felipe Ruiz de Ausmendi a la Catedral (21 de agosto de 1759), Isidoro Rodríguez Lorenzo a Hincha (13 de septiembre de 1778), al Seibo (9 de noviembre de 1786) y a San Carlos (29 de noviembre de 1786), y Fr. Fernando Portillo y Torres, O. P., a la Catedral (14 de diciembre de 1790). Como parte, casi imprescindible, de la visita, y dada la distancia que podía PHGLDU HQWUH XQD \ RWUD HO DU]RELVSR LPSDUWtD EXHQ Q~PHUR GH FRQÀUPDFLRQHV en su mayor parte a adultos. En más de una oportunidad, a esas visitas siguió un memorial enviado al Consejo de Indias o al mismo rey, dando una visión de conjunto de la marcha de la Iglesia. Destaca, entre estos, por su amplitud y SUHFLVLyQ OD FRQRFLGD ©&RPSHQGLRVD 1RWLFLD GH OD ,VOD GH 6DQWR 'RPLQJRª ÀU - mada por el arzobispo canario Domingo Pantaleón Álvarez de Abreu en abril de 1740, que se ha mantenido como la mejor fuente de información acerca de la marcha de la Iglesia y sus instancias dominicanas a lo largo del siglo XVIII y HQ XQ UHIHUHQWH FRQÀDEOH VREUH OD SREODFLyQ GRPLQLFDQD UXUDO \ XUEDQD 16 Otro WDQWR RFXUUH FRQ OD ©5HODFLyQ GH ODV FLXGDGHV YLOODV \ OXJDUHV GH OD ,VOD GH 6DQWR 'RPLQJRª HQYLDGD DO PLVPR &DUORV ,, SRU HO DU]RELVSR HOHFWR )U 'RPLQJR Fernández de Navarrete, O. P. (Santo Domingo, 30 de abril de 1681), cumplien- GR FRQ XQD RUGHQ H[SUHVD GHO UH\ %XHQ 5HWLUR GH DEULO GH 17 E L I C ONCILIO P ROVINCIAL DE S ANTO D OMINGO (1622-1623) Y LOS DOS SÍNODOS DIOCESANOS DEL SIGLO XVII Uno de los eventos eclesiales de mayor trascendencia del siglo XVII fue sin duda la celebración del I Concilio Provincial de Santo Domingo, convo- cado por el ya citado arzobispo Fr. Pedro de Oviedo en 1621. Desde 1547 la provincia eclesiástica de Santo Domingo abarcaba las diócesis sufragáneas de Cuba, Puerto Rico, Coro o Venezuela y la abadía de Jamaica. A las siete sesiones de aquel primer y único Concilio Provincial asistieron en persona, además del arzobispo de Santo Domingo, los obispos Fr. Gonzalo de Angulo, O. M. (obispo de Coro), y Bernardo de Valbuena (obispo de San Juan). Al no poder asistir al Concilio, D. Alfonso Enríquez de Toledo, obispo de Santiago de Cuba y el Licdo. Francisco de Medina Moreno, abad mayor de Jamaica, estuvieron representados respectivamente por sus delegados dominicanos Can. Agustín Serrano Pimentel y Can. Francisco Serrano Baráez. 18

RkJQdWJsaXNoZXIy MzI0Njc3