Historia General del Pueblo Dominicano Tomo II
Historia general del pueblo dominicano 63 se unirían a los de Puerto Plata, reforzando así la defensa del castillo. Puerto Plata tenía un buen puerto, que era el primero en ser visitado por los navíos españoles, los cuales dejaban en él la correspondencia dirigida a la Audiencia o bien proseguían su navegación hasta la Florida. Finalmente, y para escar- miento de los rescatadores, el cabildo propuso que fuesen condenados a la pena de muerte. Osorio refutó cada uno de los inconvenientes y soluciones señalados por el Cabildo, pese a lo cual le agradeció su preocupación por el caso, prometiéndole transmitir el memorial al rey. No obstante, el jamaiquino Gaspar de Juara y Bartolomé Cepero, vecinos de la isla, le imputaron al gobernador, en su juicio de residencia, haber injuriado gravemente a los miembros del Cabildo, tildándolos de rescatadores pertinaces y de amigos de los herejes. La reunión del 17 de agosto de 1604 no fue la única que el gobernador sostuvo con la Audiencia. En ese mismo mes convocó otra para tratar diversos asuntos, acordándose que el propio Osorio comunicase a las justicias y regi- mientos de Puerto Plata, Bayajá y La Yaguana el perdón general otorgado por el rey a los rescatadores si se avenían a trasladarse a las nuevas poblaciones. También les solicitaría que enviasen a uno o varios representantes a reconocer y tomar posesión de los sitios donde se fundarían. Aunque aceptaron la peti- ción, tardaron en hacerlo. El perdón se publicó el 2 de septiembre. Como tantas otras veces, los vecinos de la banda norte rechazaron el perdón y prosiguieron con los rescates como si la merced no fuese con ellos. 6HJ~Q HO ÀVFDO $UpYDOR &HGHxR YHLQWH GtDV GHVSXpV GH SUHJRQDGD ORV KD - bitantes de Azua y Ocoa cambiaron cueros y otros productos por diversas mercancías con dos corsarios. Uno de ellos embarcó 400 toneladas de azúcar. En octubre, los moradores de La Yaguana presentaron también su me- morial a Osorio por intermedio de Rebolledo, nativo de Venezuela y casado con una sobrina del gobernador, y Hernando Guerra. Los perjuicios que se derivarían de las despoblaciones eran en sustancia los mismos que los se- ñalados por el Cabildo de la ciudad de Santo Domingo, pero resaltaron las cuantiosas pérdidas en labranzas, hatos, plantaciones de cañafístola y escla- vos que les causarían las mudanzas. Sobre estos últimos calcularon en 1,500 el número de los que huirían tanto de la capital como de los ingenios San Pedro, HO =DKD\ \ *XDED $GHPiV ODV ÁRWDV GH 1XHYD (VSDxD \ ORV GLVWLQWRV QDYtRV de La Habana, Cartagena y Honduras, que solían acercarse a La Yaguana en procura de bastimentos, no podrían aprovisionarse de ellos. El único remedio propuesto fue poner en la villa galeones de armada. Osorio restó importancia D OD H[SRVLFLyQ GH VXV YHFLQRV
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