Historia General del Pueblo Dominicano Tomo II

Historia general del pueblo dominicano 61 ORV H[WUDQMHURV WUDWR TXH KD FUHFLGR WDQWR TXH SUiFWLFDPHQWH WRGR HO PXQGR participa en él. &RQ HO ÀQ GH H[FXVDU ORV UHVFDWHV DxDGLy HO PHPRULDO VH LQIRUPy \ SHU - suadió al rey que el principal remedio era quitar los pueblos y haciendas de la banda norte y retraerlos tierra adentro con su gente y ganados, disposición que estaría bien tomada si fuese posible llevarla a cabo. Sin embargo, consi- deradas todas las circunstancias del caso, podría haber varios inconvenientes \ GLÀFXOWDGHV TXH HO &DELOGR HQXPHUy \ HUDQ ODV VLJXLHQWHV ‡ /D LPSRVLELOLGDG GH VDFDU HO JDQDGR EUDYR \ FLPDUUyQ FX\D FDQWLGDG era tanta que se tomaría muchos años en trasladarlo a los nuevos sitios. (Q FXDQWR DO PDQVR OD H[SHULHQFLD KD GHPRVWUDGR ODV GLÀFXOWDGHV TXH se presentaban en el camino para proveer de carne la ciudad de Santo Domingo, de modo que una buena parte se quedaría en el camino, volviéndose también salvaje. Otro problema era la falta de avíos para que los vecinos pudiesen transportar sin agobios sus ganados, lo que tendrían que hacer numerosas veces y poner en los hatos guardianes para los que se quedasen a la espera de otros viajes. La mayoría de ese ganado era menor y requería pastos buenos y fértiles como los de OD EDQGD QRUWH PLHQWUDV ORV H[LVWHQWHV HQ ORV OXJDUHV HOHJLGRV SDUD OD mudanza resultaban malos y estériles. ‡ 0XFKRV GH ORV JDQDGRV QR SRGUtDQ OOHYDUVH D VXV QXHYRV GHVWLQRV SRU estar muy lejos de él y ser los caminos muy ruines, por cuya razón nun- ca se habían podido traer a la ciudad de Santo Domingo. La mayoría de los vecinos era muy pobre y antes lo dejarían perder que arrearlos a costa de tanto trabajo. ‡ /D IDOWD GH D\XGD SDUD WUDQVSRUWDUORV SRUTXH DO WHQHU TXH VDFDUORV todos de los hatos al mismo tiempo no podrían los vecinos colaborar unos con otros en esa ardua tarea. ‡ 2WUD GLÀFXOWDG HUD OD FDUHQFLD GH FDEDOORV VXÀFLHQWHV SDUD YDTXHDU ORV ganados, pues para el servicio de las haciendas se utilizaban general- mente cimarrones y los mansos se morirían todos en ese menester. ‡ 'DGDV ODV GLÀFXOWDGHV LQGLFDGDV QR VH ORJUDUi OR TXH VH SUHWHQGH \ HO que pudiese sobrevivir sería tan poco que no bastaría para sustentar a los vecinos de la capital y por tanto perecerán, pues el día en que no tienen carne padecen mucho. ‡ 8QD JUDQ SDUWH GH ORV PRUDGRUHV GH OD EDQGD QRUWH VRQ PHVWL]RV PXOD - tos y negros. Unos no tienen hacienda y otros tan pequeña que apenas cuentan con 100 o 200 reses, de las que viven. Los propietarios de esas

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