Historia General del Pueblo Dominicano Tomo II
Historia general del pueblo dominicano 53 que comerciaban con la tripulación, varios de los cuales fueron muertos pese D OD VHJXULGDG TXH VHJ~Q H[SOLFy OH KDEtD SURPHWLGR HO JREHUQDGRU GH OD LVOD Las pérdidas materiales sumaron 3,000 libras. Un hecho similar tuvo como víctima a la también pinaza 5LFKDUG de Eldred y Hall. Ocurrió en agosto de 1603 cerca de Monte Cristi con saldo de la muerte de parte de la marinería. En represalia, el 1HSWXQH , unido al navío del pirata Cleeve, capturó dos barcos salidos de Sevilla para La Habana. Cleeve llevó el botín a Guanahibes, donde lo repartió con Resould. De regreso a Londres, el pirata fue arrestado a petición del embajador español. Por suerte, la paz con Inglaterra, sellada en 1604, produjo una disminu- ción de la presencia de los nativos de esa nación en el Caribe, permitiendo DO DOPLUDQWH )DMDUGR GLULJLU XQD SRWHQWH H[SHGLFLyQ GH FDVWLJR FRQWUD ORV corsarios holandeses establecidos en la península de Araya. Al mando de 18 navíos y 2,500 hombres pudo capturar 12 de los enemigos. Implacables, los HVSDxROHV PDWDURQ D QXPHURVRV ÁDPHQFRV SDVDQGR D FXFKLOOR R DKRUFDQGR D los que intentaron huir, y trasladaron a Lisboa a quienes quedaron con vida, que condenaron a galeras. Más tarde, los sobrevivientes del Aide , un barco inglés propiedad de Elderd y Hall que también había sido tomado, denuncia- URQ FRQ QHJUDV WLQWDV OD H[WUHPD FUXHOGDG GH ORV KRPEUHV GH )DMDUGR FRQ ORV holandeses. L A C ORONA ORDENA LAS DESPOBLACIONES Durante tres años, los memoriales de López de Castro permanecieron olvidados en los archivos del Consejo de Indias. Las autoridades metropoli- tanas estaban ocupadas en resolver mediante negociaciones diplomáticas los FRQÁLFWRV TXH PDQWHQtDQ FRQ ,QJODWHUUD )UDQFLD \ (VSDxD \ HO FRQRFLPLHQWR de las soluciones arbitradas por el escribano podía ser pospuesto para más adelante. Para España, la paz con esas naciones era prioritaria porque de lo- JUDUOD VLJQLÀFDUtD VHJ~Q FUHtD OD VHJXULGDG GH ODV ,QGLDV HO FHVH GHO FRPHUFLR clandestino y la retirada de todas las fuerzas hostiles a sus intereses. Un hecho, nada fortuito ni afortunado, vino en ayuda de las pretensiones GH /ySH] GH &DVWUR 2QFH QDYtRV H[WUDQMHURV UHVFDWDEDQ WUDQTXLODPHQWH HQ Guanahibes a principios de 1601 cuando la escuadra del almirante Juan de Urdaire dio con ellos en ese lugar, motivando que el Consejo de Indias dis- pusiese el envío de seis galeones al Caribe comandados por Luis Fernández
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