Historia General del Pueblo Dominicano Tomo II
Historia general del pueblo dominicano 37 El intento acariciado por Juan de Austria de invadir Inglaterra no fue compartido por Felipe II, quien quería vengarse del ataque de Francis Drake a los barcos surtos en el puerto de Cádiz. En justa réplica al frustrado plan del hermano del rey español, Drake capturó el año siguiente la ciudad de 6DQWR 'RPLQJR DXQ FXDQGR HO &DULEH QR ÀJXUDED HQ VXV REMHWLYRV FXDQGR partió de Plymouth el 14 de septiembre de 1585. Su única misión era realizar una demostración de fuerza en aguas antillanas para asegurar la libertad de navegación de su país por esa región. Tal vez la estrategia de Drake difería algo de la de su reina, ya que había concebido la idea de ocupar La Habana para tener en ella una base de opera- ciones desde la cual atacar otras posesiones españolas. Lo que el inglés tenía en mente había sido ya propuesto por Humphrey Gilbert en 1577 y era la toma de Cuba y Santo Domingo con el propósito de distraer las energías de Felipe II y persuadirlo de que cualquier acuerdo de paz con Inglaterra sería mejor que la guerra. El 27 de septiembre Drake llegó a la bahía gallega de Vigo, deteniéndose HQ ODV LVODV &tHV SUy[LPDV D OD SREODFLyQ GH %D\RQD GRQGH FRQIHUHQFLy FRQ YDULRV RÀFLDOHV HVSDxROHV DFHUFD GHO HPEDUJR RUGHQDGR SRU HO UH\ HVSDxRO D los barcos mercantes ingleses. Al cabo de tres días, se aprovisionó de víve- res, intercambió algunos rehenes y después de habérsele informado que se KDEtD OHYDQWDGR HO HPEDUJR VDOLy HO GH RFWXEUH D HQFRQWUDUVH FRQ OD ÁRWD del tesoro español. La siguiente etapa fueron las islas Canarias. Diecisiete días después de arribar a ellas quiso atacar la ciudad de Las Palmas, pero desistió y entró en Hierro, donde adquirió más avituallamientos. El 17 de noviembre saqueó Santiago, la capital de Cabo Verde, y el 29 zarpó para Santo Domingo. En las primeras horas del 1 de enero de 1586, los navíos de Drake avista- ron la ciudad de Santo Domingo, donde el pirata desembarcó 1,000 hombres. La milicia ciudadana, pobremente armada y sin entrenar, recibió órdenes de defender la plaza, pero los ingleses eran superiores en número y aunque una pequeña fuerza intentó resistirlos, autoridades y habitantes huyeron a los bosques aledaños. Durante varios días, los hombres de Drake pillaron la ciudad, quemaron casas y sembraron el terror y la confusión. Finalmente, un emisario preguntó qué pedían los ingleses para que se reembarcaran. La res- puesta fue un millón de ducados, imposible de reunirlos. Las conversaciones se dilataron tres semanas, hasta que los vecinos lograron juntar 25,000. En el puerto había un barco mercante propiedad de un tal Juan Antonio Corço, que Drake tomó a cambio de uno de los suyos que hacía agua. También había otra embarcación, de la que se apoderó, bautizándolas con los nombres
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