Historia General del Pueblo Dominicano Tomo II
20 3DODEUDV SUHOLPLQDUHV las fuentes conservadas en el país, particularmente protocolos notariales y los llamados archivos reales de Bayaguana, Higüey y El Seibo, organizados por María Ugarte. En la actualidad Raymundo González, junto a Rocío Devers y Perla Reyes, preparan selecciones del fondo de El Seibo, el menos consultado KDVWD HO SUHVHQWH 3RU VX SDUWH *HQDUR 5RGUtJXH] KD KHFKR HGLFLRQHV GH H[ - tensas correspondencias de instancias dirigentes hasta la primera mitad del siglo XVII . Este tomo de la Historia general del pueblo dominicano ha contado con la colaboración de la mayor parte de los especialistas contemporáneos mencio- QDGRV &DVL QDGD KD GH DJUHJDUVH VREUH HO SDUWLFXODU D OR H[SOLFDGR SRU VX coordinador Raymundo González, a quien se deben una meticulosa relación FRQ ORV DXWRUHV \ WUHV PDJQtÀFRV FDStWXORV 'HVHR QR REVWDQWH LQVLVWLU HQ poner de relieve lo que estimo que es la mayor virtud contenida en este li- EUR OD JHQHUDFLyQ GH XQ H[WHQVR SDQRUDPD GH DPERV VLJORV HVSHFLDOPHQWH el último. Si bien tal resultado se ha alimentado de las contribuciones previas arriba mencionadas, buena parte de ellas producidas por los mismos autores de los capítulos, ahora, considerados estos en una visión de conjunto, arrojan una panorámica fructífera. Gracias a las contribuciones de los autores que se han dado cita, se dispone de una perspectiva más vasta y rica. Con seguridad, el tomo constituirá una referencia indispensable para los estudios futuros acerca de la historia dominicana en su conjunto y de los siglos en cuestión en particular. El producto no se ha debido únicamente a la apoyatura en abundantes fuentes primarias. Ha incidido en igual o mayor medida la puesta en juego de nuevas problemáticas y de procedimientos metodológicos relacionados. Se abordan planos de ordenamientos estructurales, junto a coyunturas so- bresalientes. Se estudian áreas claves, como la economía, la demografía, las instituciones y los entornos dirigentes, los conglomerados sociales y algunos movimientos sociales. Los de abajo, campesinos y esclavos, también pasan a ser objeto del conocimiento. Se está, además, en condiciones de calibrar las grandes etapas que se inician con las Devastaciones de inicios del siglo XVII . Se aborda desde diversos ángulos la cultura popular y de élites. Se efectúan FDUDFWHUL]DFLRQHV UHJLRQDOHV D SDUWLU GH OD GLVWULEXFLyQ GHPRJUiÀFD ODV PL - JUDFLRQHV \ ORV ÁXMRV FRPHUFLDOHV 6H LQJUHVD SRU LJXDO HQ HO WHUUHQR GH OD microhistoria con la utilización de los archivos reales del Este. Se incorpora asimismo un actor casi siempre soslayado pero de importancia capital, como HV OD PXMHU (Q ÀQ HQWUH WRGRV ORV FDStWXORV VH FRQMXJD XQD GLYHUVLGDG WHPiWL - ca y de enfoques que apunta a la perspectiva deseable de totalidad.
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