Historia General del Pueblo Dominicano Tomo II

130 La decadencia de la población y de la economía de estancias hasta mediados del siglo XVII Esta disposición fue estimada por las Islas como una privación de la licencia. A instancias del comercio de Cádiz, Felipe III impuso la prohibición de toda UHODFLyQ FRPHUFLDO HQWUH ODV &DQDULDV \ ODV ,QGLDV FRQ HO ÀQ GH HYLWDU HO FRQWUD - bando. La hostilidad peninsular, sobre todo de la Casa de Contratación, cobró fuerzas al adentrarse el siglo XVII . 76 (Q VH DXWRUL]y OD H[SRUWDFLyQ GH toneladas, con la condición de que al retorno solo podían traer frutos de la WLHUUD \ VH OHV H[LJtD GHVFDUJDU HQ ORV SXHUWRV GRQGH QR WRFDVHQ ODV ÁRWDV GH Tierra Firme o Nueva España. Además, por todo lo que embarcasen habrían de abonar el 2.5 % de su valor. Esta limitación resultaba absurda para los co- merciantes canarios, ya que tan solo Santo Domingo necesitaba para su abas- tecimiento, según decían, unas 4,000 pipas de vino, Puerto Rico otras 3,000, -DPDLFD \ /D +DEDQD TXH ODV ÁRWDV DSHQDV SURYHtDQ (Q VH GLFWy QXHYDPHQWH SURKLELFLyQ GH TXH QLQJ~Q QDYtR HVSDxRO R H[WUDQMHUR SXGLHVH H[SRUWDU SURGXFWRV FDQDULRV UHWLUDQGR WRGDV ODV OLFHQFLDV FRQ PRWLYR del continuo contrabando que seguía saturando con los mencionados pro- GXFWRV ORV PHUFDGRV DPHULFDQRV DQWHV GH TXH OOHJDVHQ ODV ÁRWDV $ VX UHJUHVR de Indias, los navíos infractores llevaban a Canarias mercancías prohibidas al WUiÀFR OHJDO (Q SRU 5HDO &pGXOD GH GH PD\R )HOLSH ,9 UHDQXGy OD permisión por seis años, con las prevenciones establecidas en una prórroga que se les había otorgado en enero de 1632. 77 /RV SURGXFWRV H[SRUWDGRV GHVGH HO DUFKLSLpODJR FDQDULR D 6DQWR 'RPLQJR VH UHGXFtDQ FDVL H[FOXVLYDPHQWH D YLQR \ D DJXDUGLHQWH $O UHJUHVR GH $PpULFD FRPR KHPRV H[SXHVWR DQWHULRUPHQWH OHV HVWDED SURKLELGR OOHYDU RUR SODWD perlas, cochinilla y añil. En realidad, desde Canarias a Santo Domingo eran enviadas, fuera de registro o en navíos contrabandistas, ropas recibidas del H[WUDQMHUR \ RWUDV PHUFDQFtDV TXH DOOt HUDQ FDPELDGDV FDVL VLHPSUH \ D FDXVD de la escasez de moneda, por frutos de la tierra (corambre, cacao, jengibre, WDEDFR tQGLJR DMt \ FR\RO HQWUH RWUDV TXH D VX YH] VH UHH[SRUWDEDQ JHQHUDO - mente sin autorización. Una vez más vemos cumplirse el postulado siempre presente en la historia de la América hispana de que la ley se acataba pero no se cumplía. (O WUiÀFR FRPHUFLDO HQWUH HO SXHUWR GH 6DQWR 'RPLQJR \ &DQDULDV QR IXH intenso. Respecto a su aspecto cuantitativo, Puerto Rico tenía concedidas 400 toneladas anuales, mientras que a la Española solo podían ser enviadas 150 y aun así, a veces pasaban años sin recibirlas. Las naves utilizadas eran de PHQRU SRUWH VLQ H[FHGHU ODV WRQHODGDV DXQTXH KXER H[FHSFLRQHV $QWHV de 1657 se ordenaba que el regreso no se hiciese directamente a Canarias, pero a partir de esa fecha se les permitió no ir a Sevilla previamente. Esta norma había sido infringida con harta frecuencia por los navíos insulares. 78

RkJQdWJsaXNoZXIy MzI0Njc3