Historia General del Pueblo Dominicano Tomo II
128 La decadencia de la población y de la economía de estancias hasta mediados del siglo XVII se solían mandar directamente a la Península, encontramos entre las mercan- cías remitidas a la Española perlas procedentes de las costas venezolanas, en especial de la Margarita. Los dominicanos recibían loza y vidrios, además de España, de otros puertos americanos como Veracruz (la famosa loza poblana era embarcada allí, en Cartagena y Venezuela). Otros productos que se transportaban a Santo Domingo desde puertos americanos, aunque en menor cantidad, eran palo brasil o brasilete, tabaco de Barinas y de La Habana, maíz, pescado salado (en especial bacalao), zarzaparrilla, cera negra, queso de Coro y de Maracaibo o manteca. También se hallaban entre las cargas de las embarcaciones que llegaban a comerciar tejidos de lana, sayal, tafetán doble, ruanas, cambrayas, mantillas, cintas de seda, sombreros y mantas; aunque la mayor parte de estas PHUFDGHUtDV H[FHSWR OD ODQD \ ODV PDQWDV SURFHGtDQ GH (XURSD \ HVWDEDQ GHV - tinadas a distintos puertos americanos. Igual sucedía con las jarcias, alquitrán, brea, calabrote y jarcia menuda que asimismo importó Santo Domingo, desde el área del Caribe y Nueva España, jabón, coyol de Puerto Rico (semillas), vidrios, anís, ají, palo santo, tablas, hojas de lata sencillas, vino importado GHVGH &DUDFDV \ &RUR \ YLQR SDUD FHOHEUDU 3RU ÀQ RWURV PXFKRV SURGXFWRV de los que no se indicaba precio ni cantidad, entre los que se podían contar la loza dorada, jerguetas, crudos, etc. 75 (O WLSR GH EDUFRV XWLOL]DGRV HQ HVWH WUiÀFR PHUFDQWLO VROtD VHU GH SHTXHxR WRQHODMH (Q ORV OLEURV GH FXHQWDV GH ORV RÀFLDOHV UHDOHV GH +DFLHQGD VH OHV GHQRPLQD D YHFHV D WRGRV SRU LJXDO FRPR ©IUDJDWDVª SHUR HQ UHDOLGDG HUDQ bergantines, tartanas y hasta canoas y piraguas. Santo Domingo importaba de Nueva España harinas en primer lugar, loza de Puebla, sal de Yucatán, sebo, cera, carne salada, pescado salado, añil y pimienta de Tabasco, brea y alquitrán, entre otros. Veracruz gozó, durante el período en que los Austrias gobernaron, de mayores privilegios TXH QLQJ~Q RWUR SXHUWR PH[LFDQR 0LHQWUDV ORV UHVWDQWHV SXHUWRV DPHULFD - nos no podían hacerlo, Veracruz podía redistribuir entre aquellos todo lo TXH LPSRUWDED GH (VSDxD \D IXHUDQ SURGXFWRV QDFLRQDOHV R H[WUDQMHURV VLWXDFLyQ GH OD TXH WDPELpQ VH EHQHÀFLy OD (VSDxROD HQ OR FRQFHUQLHQWH D importaciones de productos, muchos de ellos manufacturados, que de otra forma no hubiese podido conseguir. Los impuestos que los citados produc- tos procedentes de los puertos americanos pagaban en la aduana de Santo Domingo a su entrada eran el 2 % en concepto de alcabala (en los períodos TXH QR JR]DEDQ GH OD H[HQFLyQ GH HVWD \ HO GH DOPRMDULID]JR $O VDOLU GH ORV UHVSHFWLYRV SXQWRV GH RULJHQ VH KDEtD SDJDGR \D OD GHQRPLQDGD ©PHGLD DQQDWD GH IUDJDWDVª
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