Historia General del Pueblo Dominicano Tomo II

Historia general del pueblo dominicano 127 Las ropas y los tejidos que se transportaban en fardos, frangotes y pa- quetes que no eran abiertos en la aduana y cuyo contenido no hemos hallado precisado en ningún caso, indudablemente, dadas las necesidades de la isla y la carencia de industria en ella, suponían un alto porcentaje en el total de las importaciones. Los restantes productos que llegaban de España lo hacían en cantidades mucho menores, con poca frecuencia y en porcentaje mucho menor que los ya analizados, vinos, aguardiente, aceite, etc. Eran algunos de estos cera, elemento básico en la vida cotidiana para la iluminación de las vi- viendas y para uso eclesiástico, que se enviaba en cajas o en marqueta y papel, que en tan considerable cantidad consumía la administración indiana. 74 Comercio desde otros puertos americanos El número de barcos que llegaban a Santo Domingo procedentes de diversos puertos del Caribe era más elevado que el de los llegados de la Península (Sevilla y Cádiz) y de Canarias. Ello era debido, en primer lugar, a la gran distancia que separaba a la Española de la metrópoli y la despro- porción entre las necesidades de la isla (alimentos, ropa, herramientas, etc.) y los abastecimientos que de forma tan irregular le proveía la Corona por PHGLR GH ORV FRQWDGRV QDYtRV GH UHJLVWUR 2WUR IDFWRU TXH LQÁX\y HQ OD PD - \RU LQWHQVLGDG GHO WUiÀFR QDYDO FRQ ORV SXHUWRV PHQFLRQDGRV GH ODV RWUDV Antillas Mayores, Nueva España y costas de Tierra Firme fue el hecho de que los barcos utilizados eran de mucho menor porte y, por tanto, necesitaban menos tripulación y menos bastimentos al ser los viajes más cortos, además de que se corrían menos riesgos que en la travesía del Atlántico. Incluso las mercancías llegaban a su destino en mejores condiciones de conservación. Los productos objeto de este comercio interprovincial en la zona del Caribe y *ROIR GH 0p[LFR HUDQ HQ SULPHU OXJDU KDULQDV PDt] SHVFDGR VDODGR FRUGR - banes, venados, sal, loza, vidrios y algunos tejidos (en su mayoría comprados a los registros españoles y revendidos a otros puertos indianos como Santo Domingo). Todos ellos eran destinados a completar la alimentación de los residentes en la Española o para remediar la escasez de sus ajuares domés- ticos y su vestuario. También encontramos, entre la carga de los barcos que UHDOL]DEDQ HVWH WUiÀFR SURGXFWRV TXH QR HUDQ SDUD VHU FRQVXPLGRV SRU ORV GRPLQLFDQRV VLQR TXH WHQtDQ FRPR ~OWLPR GHVWLQR OD UHH[SRUWDFLyQ KDFLD ORV puertos de la metrópoli cuando en sus lugares de origen carecían de navíos de registro o cuando creían que su avalúo les sería más provechoso al bene- ÀFLDUVH GH DOJXQD H[HQFLyQ TXH JR]DUD 6DQWR 'RPLQJR VL VH UHH[SRUWDEDQ Así sucedía con los cueros y el cacao de Venezuela. Ocasionalmente, ya que

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