Historia General del Pueblo Dominicano Tomo II

Historia general del pueblo dominicano 117 D ECADENCIA DEL HATO E INCREMENTO DEL GANADO CIMARRÓN El hato, la unidad productiva ganadera más destacada en la historia eco- nómica dominicana, con transcendencia social e incluso política en épocas posteriores a la que estamos analizando, contempló la edad dorada de los ingenios y vivió su primera etapa de auge en el siglo XVI . Ots Capdequí lo GHÀQH FRPR ©XQD SRVHVLyQ TXH FRPSUHQGtD HO WHUUHQR FRUUHVSRQGLHQWH D ODV acciones que se obtenían con los llamados derechos de tierra en los cuales estaba el dueño facultado a criar cuantos animales quisiera y a aprovecharse GH ORV EUDYtRV R DO]DGRVª 62 La cría ganadera resultó una buena alternativa SDUD OD GHFDGHQWH H[SORWDFLyQ DXUtIHUD 1HFHVLWDED PX\ SRFD PDQR GH REUD \ escasas inversiones. La hatera fue simplemente una economía de aprovecha- PLHQWR R H[SORWDFLyQ GH ORV UHFXUVRV GH OD QDWXUDOH]D VLQ DSHQDV LQWHUYHQFLyQ directa del hombre para su producción. Las reses pastaban en libertad por ODV H[WHQVDV VDEDQDV (Q HO VLJOR XVII el principal objetivo de estas unidades de producción fue la comercialización de los cueros, mientras que en el XVIII ese objetivo pasó a ser la carne de las reses, que servía para comerciar con la colonia francesa al oeste de la isla. 63 Para el hato suponen las Devastaciones un golpe irreversible que no permite su total recuperación a lo largo del si- glo XVII , aunque sobrevive junto a la estancia y, dentro de la precariedad que envuelve a la economía en estos años, desempeña un papel importante como abastecedor de recursos indispensables para la supervivencia de la población. Su decadencia y minimización se acentuaron en el último tercio del citado siglo. Paralelamente se produjo un incremento del ganado cimarrón, especial- mente vacuno y de cerda. Situación favorecida por las malas comunicaciones, OD H[LVWHQFLD GH H[WHQVtVLPRV WHUULWRULRV VLQ KDELWDU HQ ORV TXH ORV DQLPDOHV HQ libertad se reproducían con facilidad, las catástrofes naturales o la circunstan- FLD GH DSURYHFKDU FDVL QDGD PiV TXH ODV SLHOHV SDUD VX WUDEDMR R H[SRUWDFLyQ lo que también aminoraba los cuidados indispensables. (O JDQDGR FLPDUUyQ SRU H[FHOHQFLD GHVWLQDGR D VHU FRPHUFLDOL]DGR HUD HO vacuno, pero también el porcino se daba libre, pero usándose su carne, y en ocasiones su piel, para el consumo. El caballo, las cabras y la oveja, estas últi- mas en pequeña proporción, se habían convertido igualmente en cimarrones. La mayoría de los hatos contaban con zonas boscosas, en las que vivía el ga- nado cimarrón y que recibían el nombre de monterías. También en las zonas deshabitadas en los montes era fácil encontrar perros cimarrones o jíbaros. 64 (O SULQFLSDO EHQHÀFLR TXH VH VDFDED GHO JDQDGR HUD HO TXH VH REWHQtD GH los cueros, más fáciles de conservar, transportar y vender que la carne La

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