Historia General del Pueblo Dominicano Tomo II

Historia general del pueblo dominicano 105 parte se dedicaban al trueque o al contrabando si se presentaba la ocasión. No REVWDQWH XQ SRUFHQWDMH LPSRUWDQWH GH ODV HVWDQFLDV ODV GH PD\RU H[WHQVLyQ siguieron dedicadas sobre todo al cultivo de jengibre. 38 En el siglo anterior, dentro de los ingenios solía encontrarse una tipolo- JtD GH HVWDQFLDV GHGLFDGD FDVL H[FOXVLYDPHQWH D FXOWLYRV GH VXEVLVWHQFLD SDUD alimentar al personal que vivía o trabajaba en los ingenios. Hubo ingenios como el de Caballero o el de Nigua que contaron hasta con tres estancias. En estos años fueron adquiriendo entidad propia a la vez que desaparecían la mayoría de las plantaciones e instalaciones azucareras. Las estancias pasaron a ocupar durante la primera mitad del siglo XVII un lugar preponderante en la economía de la isla. /D H[WHQVLyQ GH ODV HVWDQFLDV HUD YDULDEOH $OJXQDV SRGtDQ HVWDU D FDUJR solo del estanciero y su familia que eran quienes realizaban todos los trabajos. También podían ser de tamaño considerable, incluyendo monterías y una pequeña granja; y en ellas se disponía de hasta quince esclavos negros. Se aprovechaba la mano de obra que no había abandonado la isla. La importan- cia alcanzada por la economía de estancias en la primera mitad del siglo XVII , VHJ~Q &DVVi QR HVWULEDED H[FOXVLYDPHQWH HQ HO KHFKR GH KDEHU VXVWLWXLGR D la industria azucarera sino también a la ganadería, que atravesaba también una profunda crisis a raíz de las Devastaciones de 1605-1606. Las razones TXH DGXFH VH UHÀHUHQ HQ SULPHU OXJDU D TXH GXUDQWH DTXHOODV VH DQLTXLOy OD mayor parte de las reses en los traslados; en segundo lugar, porque respecto D OD H[SRUWDFLyQ D (VSDxD UHVXOWDED PiV UHQWDEOH OD XWLOL]DFLyQ GH OD PDQR de obra esclava y de los capitales en actividades agrícolas de dimensiones PHQRUHV TXH ORV LQJHQLRV \ DGHPiV SRUTXH RIUHFtD PHQRV H[LJHQFLDV HQ VX H[SORWDFLyQ 39 A partir de la quinta década del siglo XVII disminuyó la impor- WDQFLD GH ODV HVWDQFLDV GH PD\RU R PHGLDQD H[WHQVLyQ VROR VH PDQWHQtDQ ODV dedicadas al emergente cultivo del cacao, que desgraciadamente desapareció también con las epidemias y catástrofes en la década siguiente (que señala el momento más oscuro de la segunda mitad de la centuria, entre 1666 y 1672). Finiquitados el auge del jengibre y el más breve del cacao, la isla siguió hun- diéndose en un estado que rozaba la miseria que marcó el inicio de la minimi- ]DFLyQ GH ODV H[SORWDFLRQHV DJURSHFXDULDV GH FDUiFWHU HVFODYLVWD Con el empobrecimiento general de la isla se produjo la ruralización de la mayor parte de ella. En la capital y sus alrededores también se observó en el segundo cuarto de siglo una fuerte militarización, con el consecuente disgusto de los regidores y los magistrados de la Audiencia. 6DOYR FRQWDGDV H[FHSFLRQHV TXH VH GLHURQ VREUH WRGR FHUFD GH OD FDSL - tal, desaparecieron las plantaciones esclavistas y fueron sustituidas por una

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